29 de abril de 2013

¡Lo tengo en la punta de la lengua!




   ¿Cuántas veces nos pasa que queremos recordar el nombre de un actor o de una canción o la dirección de un lugar pero no podemos hacerlo? Pero no solo eso, tenemos la certeza de conocer la palabra que queremos pronunciar, pero no nos sale. "Lo tengo en la punta de la lengua, pero no me sale". ¿Por qué  nos ocurre esto?


Fenómeno de la punta de la lengua (PL, o en inglés "Tip of Tongue" (TOT))

      En el cerebro, cada neurona se conecta con otras diez mil, formando un circuito de mil billones de conexiones donde reside la memoria. Este circuito es elástico, va cambiando con el tiempo y en esos cambios se configuran los recuerdos. 
   La capacidad de saber que sabemos algo se llama metamemoria. Nosotros sabemos que conocemos esa palabra, que en ese momento no nos sale, pero somos capaces de recordar el contexto en el que la recordamos, algunas de sus cualidades, cuántas sílabas tiene o por qué letra empieza e, incluso, podemos recrear un sonido que se le asemeja o pronunciar una palabra parecida. Por ejemplo, no nos sale el nombre de un actor, pero somos capaces de decir en qué películas sale, que tiene un nombre muy corto, etc. Según los estudios, en el 90% de los casos, uno recuerda esa palabra entre unos minutos y días posteriores cuando ya ni si quiera recuerdas para qué querías acordarte de ella.



Hipótesis que explican este fenómeno.

    En un principio, se pensaba que la causa de que no fuéramos capaces de pronunciar la palabra era debido a un bloqueo por parte de una palabra muy parecida fonética o semánticamente, pero que fuera de uso más cotidiano.
    Pero esta hipótesis fue refutada algunos años después, por una segunda que sostenía que no había bloqueo, al contrario, lo que ocurría es que el individuo recordaba la semántica pero no era capaz de pronunciarla fonéticamente, y que si se topaba con una palabra relacionada fonéticamente (sobre todo con parecido al inicio o final de la palabra), el recuerdo se activa.
    La más actual y aceptada, es la que tiene que ver con la accesibilidad de la memoria a esa palabra. Pronunciar una palabra, el cerebro requiere el seguimiento de varios pasos:

  1. Buscar en la memoria el concepto de lo que se quiere expresar
  2. Se asocia con la palabra determinada
  3. Activación de los mecanismos para pronunciar los sonidos ordenados de esa palabra.

    Estos tres pasos no ocurren de manera consciente y, en ocasiones, requiere el funcionamiento de ambos hemisferios. Además, según los expertos, presuponen que en el modelo del circuito, la conexiones menos utilizadas se debilitan y tardan más en llegar a la memoria. Así puede ocurrir que conozcamos el concepto, sabemos la palabra que hay que asociarla, pero no podemos pronunciarla, falla el paso 3. 


    A todos nos resulta incómodo que ocurra esto, es un quiero y no puedo, sabemos que podemos pero nos falta un pelín. El problema es que al alterarnos intentando buscar ese recuerdo, más lento funcionará nuestro cerebro. Así que si esto ocurre, intentad explicar esa palabra para que la otra persona la diga o, si no la conoce, apúntate lo que quieres decir y espera simplemente a que esta venga a tu memoria más adelante.

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