25 de octubre de 2013

Tsunami en Japón: ¿cómo y qué los origina?



Hoy se ha producido un terremoto de 7.3 grados en la escala Richter en Japón, en la costa norte de Honshu. Ahora, su costa está en alerta por riesgo de tsunami, nuevamente, igual que el año pasado en el que ocurrió la catástrofe de Fukushima. Así que he decidido hacer un artículo explicativo de qué son los tsunamis y cómo se pueden originar, cómo aparece una ola gigantesca después de un terremoto y si ésta es la única forma de que se produzca. Si tienes curiosidad por saberlo, sigue leyendo.




¿Qué es un Tsunami?

   La etimología de la palabra japonesa viene de Tsu, puerto o bahía y nami, ola. Se ha mantenido la palabra japonesa para referirse a estas olas gigantes por la alta tendencia que tiene este país a sufrir el azote de devastadores tsunamis. Se llama así a grupos de olas de gran tamaño y energía  que se forman cuando un fenómeno determinado desplaza de forma vertical una masa de agua. Este desplazamiento se transporta a modo de onda en todas direcciones, disminuyendo su velocidad, aunque aumentando su tamaño y fuerza al aproximarse a las costas, donde reside su gran peligro. 


¿Cómo se originan los Tsunamis?

  Generalmente son los grandes terremotos, como ha ocurrido hoy u otros famosos tsunamis como el de Fukushima el año pasado o el de Indonesia en 2004. La mayor parte de ellos ocurren en zonas de subducción, donde se encuentran dos placas tectónicas (ya hablaré de ellas si decido hacer un post sobre los terremotos), en la que una de ellas, la placa oceánica, se desliza por debajo de una placa continental o de una placa oceánica más joven elevando el suelo oceánico y produciendo el movimiento vertical que iniciará el tsunami. Así se forman una serie de ondas oceánicas extremadamente largas (de hasta más de 100 Km de longitud) que se propagan a velocidades enormes, alcanzando hasta los 700-800 Km/h; velocidad que disminuye drásticamente al alcanzar la costa, la cual verá como las aguas se retiran dejando a la vista gran parte del fondo marino, corales y demás, a cambio de ganar una gran cantidad de energía y de altura dando lugar a la pared de agua que arrasará con todo aquello que se encuentre a su paso. Por lo general, no se produce un tsunami por cualquier terremoto, sino sólo aquellos que superen los 6,5 grados en la escala de Richter, como es el caso de hoy, que supera casi en un punto ese límite. Y tan peligroso o más que la llegada de la ola es su retirada, ya que a la fuerza de la resaca del mar hay que sumarle el arrastre de escombros, que hacen más destructivo si cabe su desplazamiento de vuelta al mar.

   Sin embargo,  no sólo los terremotos darán lugar a un tsunami, sino todo aquello que pueda provocar, como ya he mencionado, un movimiento vertical de la masa de agua, lo que incluye una actividad volcánica intensa, como por ejemplo ocurría también en 2012 en las Islas canarias, donde se temió porque la actividad volcánica de la isla de El Hierro pudiera desembocar en un fuerte tsunami, pero donde por suerte no ocurrió. También podrían causar la formación de un tsunami una fuerte explosión submarina (como por ejemplo explosiones nucleares) o el impacto de un meteorito de tamaño considerable en el océano. Por último, también son peligrosos los deslizamientos de tierra o los hundimientos de islas, y como ejemplo, también nos vamos a las islas canarias, donde el deslizamiento de un volcán de la isla de La Palma hacia el océano y su caída (cuya fecha aún está por definir) causaría un efecto similar a la caída de un gran meteorito, causando un tsunami que alcanzaría las costas de América en varias horas.


   Y por lo visto, mientras escribía este post, que he comenzado ante la alerta en Japón por riesgo de tsunami por el terremoto de 7,3 grados, se ha determinado que el tsunami no será destructivo y no será mayor de unos pocos metros (o menos). 

   Para acabar, os dejo un vídeo en el que explican tanto para niños como para adultos cómo se forma un tsunami. Es una chorrada, pero me ha hecho gracia la mascota que lo explica, así que lo comparto igualmente.


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