29 de abril de 2014

¡Me muero de risa! (Puede ser literal)

    "Reír es sano y gratis". Esta frase la hemos oído todos. Sin embargo, aunque lo de gratis en la mayoría de casos es así, lo de sano, en ocasiones, puede dar lugar a discusión. ¿Pero puede ser reír tan peligroso como para llegar a acabar con nuestra vida? ¿Cómo puede algo tan placentero y divertido ser tan arriesgado? Tendrás que seguir leyendo para averiguarlo










¿Puedo morir de la risa?

    Reír no es malo, siempre y cuando sea controlable, pues cuando esta risa se te va de las manos y no puedes parar, puede faltar el aire, empieza a doler el cuerpo (sobre todo el pecho), a llorar del esfuerzo y el cuerpo tiembla, hasta que finalmente, esa persona se desmaya. Ese desmayo, puede estar producido por el exceso de respiración, pero no tiene por qué ser peligroso, según afirma el neurólogo Martin Samuels, ya que esto es una manera de protegerse que tiene el cuerpo, haciendo prácticamente imposible llegar a morir de la risa.

 
  Sin embargo, en la historia hay casos de personas que murieron tras un ataque de risa. El primero documentado fue el caso del filósofo griego Crisipo, tres siglos antes de Cristo, que comenzó una carcajada incontrolable tras emborrachar a su burro, que le llevó a la tumba. Más reciente, un otorrinolaringólogo danés falleció en 1989 mientras veía Un pez llamado wanda. Y aún más cercano a nuestros días, en 2003 una mujer intentó despertar a su marido de un sueño profundo en el que se reía, pero sin conseguirlo, muriendo el hombre de un ataque al corazón, o posible asfixia respiratoria.


Se puede morir de tristeza, pero también de felicidad

     Que una persona o incluso algunos animales pueden morir de pena, no es ninguna novedad. Lo curioso es que un sentimiento de felicidad extrema puede llevar al mismo fatal desenlace. ¿Cómo puede ocurrir esto?

   
  Realmente, cualquier emoción fuerte, ya sea de miedo, alegría, etc, activa la respuesta fisiológica de lucha o huida. Para ello, nuestro organismo libera la famosa adrenalina, que en animales grandes puede ser tóxica para algunos órganos, incluido el corazón, provocando un ritmo anormal que puede resultar letal. Así, una buena noticia puede ser tan peligrosa como una mala, en tanto que ambas pueden provocar muerte súbita.



     Sin embargo, ni es necesario ir al médico si tienes ataques de risa (pues ninguno te recetará el no reírte), ni debes evitar reír, pues la risa tiene una gran cantidad de beneficios, que algún día contaré, como disminuir el estrés o actuar de analgésico ante multitud de dolencias. Así que, aunque es posible morir de risa, es tan poco probable que no merece la pena ni preocuparse. Además, ¿que a quién no le apetece estar riendo y contento la mayor parte del día?



     Y tú, ¿has tenido algún ataque de risa incontrolado? ¿Te has reído tanto que hasta te faltaba el aliento? Cuéntanoslo.





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