11 de enero de 2016

¿Beberías el agua de tu inodoro? Puede que pronto lo hagas


     La repulsión que puede causar el título de esta entrada es tan probable como probable es que en un futuro no muy lejano acabes llevándola a cabo. El beber agua residual reciclada puede ser una de las más eficaces soluciones para enfrentar el inminente desabastecimiento de agua potable en el planeta, agravado por el creciente consumo y las sequías (consecuencia del cambio climático) cada vez mayores. ¿Cómo funciona?









Del inodoro a tu vaso


     Hasta ahora, el agua que dejabas ir por las tuberías de tu casa llegaban a una planta de tratamiento de agua que, ligeramente la limpiaba de residuos (en algunos casos) y de ahí se devolvía a su ciclo hidrográfico acabando en el mar. Sin embargo, la actual situación de sequía en aumento en la mayoría de países desarrollados está llevando a algunos de ellos a tomarse en serio esta alternativa para obtener aguas limpias.

     El proceso de reciclaje de estas aguas de estas aguas es el mismo que se realiza para el tratamiento de aguas contaminadas

  • Primero se eliminan lo sólidos.
  • Segundo, en un proceso llamado ósmosis inversa, se retiran del agua las partículas más pequeñas.
  • Y por último, como precaución adicional, se utiliza luz ultravioleta para esterilizar el agua de microbios patógenos.
     También hay otros mecanismos cada vez más en auge para la recuperación de la potabilidad del agua, como es el uso de bacterias como método natural para eliminar la polución las aguas residuales. O incluso un sistema que extrae los compuestos presentes en la orina para su aprovechamiento como fertilizantes. El agua resultante podría, en teoría, beberse. 







Ya es una realidad


     Esto que os cuento no es una historia de ciencia ficción. Algunos países ya utilizan el agua residual para llevarla de nuevo a las casas. En Singapur este sistema se utiliza desde 2003: el agua reciclada se ha bautizado como "NEWater". En Windhoek, la capital de Namibia, el reciclado funciona con éxito desde hace años.  En Estados Unidos (EE.UU.), varias poblaciones han puesto en marcha este sistema o tienen previsto hacerlo. El condado de Orange (California) puso en marcha en 2008 el sistema de reciclado de aguas residuales para consumo humano más puntero y grande del mundo con unos 265 millones de litros de agua reciclados al día.

     Y otras ciudades se van sumando año tras año. La ciudad de Los Ángeles ya ha anunciado un plan que hará que en 2019 se reciclen 19 mil millones de litros de agua para uso humano. E, incluso, en España en 2008 se anunció que parte del agua tratada en la depuradora del Prat, en Cataluña, se potabilizaría para su consumo. 


¿Estarías dispuesto a beber el agua que tiras por el retrete?


     No eres el único que siente aversión ante esta noticia. Por mucho que se demuestre que el agua resultante es totalmente limpia y potable, la gente no termina de estar dispuesta a "tragar" con este nuevo sistema. Y es que la sensación de repugnancia es difícil de superar. En 2006, por ejemplo, una ciudad del este de Australia golpeada por la sequía y llamada Toowoomba trató de implementar el reciclado del agua. Tras un referéndum por parte del gobierno, el 62% de los votantes rechazaron la medida.


      Por supuesto, el agua reciclada no solo incluye agua del inodoro. Piensa en todo el agua que se va por el desagüe cada vez que limpias una manzana o utilizar la manguera para lavar el coche. Es un recurso sin explotar y abunda. Si una ciudad reciclara todo el agua que se desperdicia, estaría ahorrando un 60% del  suministro





      La resistencia por parte de la población parece ser el único freno que pone trabas a esta nueva alternativa ante la escasez de agua global, pues tanto la tecnología como las recomendaciones científicas la apoyan. Un último paso será concienciar a la gente a aceptarla. 

      ¿Tú la aceptarías?



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