6 de abril de 2018

¿Cómo arde una llama en el espacio?

     Por miles de años, los humanos han mezclado el aire rico en oxígeno de la Tierra con infinidad de combustibles con el fin de producir llamas luminosas y calientes. Esto se conoce como combustión, que se extiende desde las primeras fogatas que hicieron los primitivos, hasta los automóviles más avanzados que recorren las carreteras del s. XXI. Pero las llamas son difíciles de entender porque son un fenómeno complejo. Desde el color o la temperatura, hasta la forma de la llama pueden variar en según qué condiciones. Hoy vamos a ver lo sorprendente que se ve una llama ardiendo en gravedad cero.




Así es el fuego en la Tierra 


     En la llama común y corriente de una vela ocurren continuamente miles de reacciones químicas. En ella, los hidrocarburos del combustible reacciona con el oxígeno del aire para producir calor, agua y dióxido de carbono. Así cómo restos de hollín cuando la combustión no es completa, que es el humo gris que vemos habitualmente en un fuego.

    Pero hoy nos centramos en una característica del fuego: su forma. Si imaginamos una vela encendida, a todos nos viene a la mente la forma de gotita de la llama. Esto se debe a la gravedad. El aire caliente asciende y el aire frío alrededor desciende, lo que se conoce como flotabilidad, formando como un "túnel" en el que se mueve la llama, que le da esa forma alargada hacia arriba, terminada en punta. Que el aire suba o baje depende de su densidad, que disminuye al calentarse cerca de la vela, haciendo que flote sobre el aire frío que hay más alejado de la vela. La gravedad es la que determina qué pesa más y qué pesa menos, empujando hacia abajo con más fuerza al aire frío, haciendo que el caliente ascienda. 



¿Y cómo arde en el espacio?



      ¿Pero qué pasaría si eliminamos la gravedad, impidiendo que el aire se pueda mover? En la imagen se puede ver la comparación de una vela encendida en la Tierra y una vela encendida en la Estación Espacial Internacional, donde la gravedad es prácticamente nula. Ya no vemos esa forma de gotita en la llama, ¿verdad?



        La llama tiene una forma esférica. En ausencia de gravedad, una diferencia de densidad entre los gases diluye de forma homogénea, dándole esa peculiar forma. Las llamas esféricas dejan que el oxígeno llegue hasta ellas produciendo la combustión en la parte más externa de la llama (y no en la parte baja-central de la llama convencional). Es un sistema mucho más simple.


Además, se ha visto que en gravedad cero, se puede producir lo que se conoce como combustión fría, de la que ya hablaré en un futuro artículo. Estos descubrimientos abren la puerta al uso de formas más limpias de obtención de energía, además de ser una curiosidad bastante interesante, ¿no lo creéis?

Y tú, ¿habías apostado porque la forma del fuego podría ser redonda?





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