25 de junio de 2013

¿Qué tienen de real los vampiros?

Los vampiros, como todo el mundo sabe, no existen. Su leyenda data de hace siglos, siendo el Conde Drácula el personaje más famoso en este mundo paranormal. Inspirado en un hombre real, Vlac Tepes, su sobrenombre viene por ser hijo de Vlac Dracul de Rumanía, y se trataba de un ser sanguinario conocido como "el Empalador". Igual que el personaje está basado en alguien real, algunas de las características de los vampiros, como su aversión a la luz, también tienen su inspiración en una enfermedad real.




¿De qué enfermedad hablo?

Estructura del núcleo
de la molécula de porfirina
   Conocidas como porfirias, recoge a determinadas enfermedades metabólicas, generalmente hereditarias, resultado de la deficiencia de las enzimas que se encargan de biosintetizar el grupo hemo, aquel del cual decía en el artículo de ¿Todas las sangres son rojas?, el encargado de darle el color rojo a la sangre humana, dejando la ruta de síntesis inacabada y, como consecuencia se produce un acúmulo de porfirinas. Estas porfirinas se sintetizan en el hígado y la médula ósea en grandes cantidades para producir suficiente hemoglobina para un transporte de oxígeno en la sangre eficiente. Dependiendo si la ruta que se ve afectada por la enzima deficiente es el hígado o la médula ósea se dividen las porfirias en hepáticas o eritropoyéticas. 
   La más común, la porfiria cutánea tardía (PCT), es del primer grupo de porfirias.


La enfermedad de los vampiros.

¿Por qué digo que la leyenda de los vampiros puede tener su fundamento en esta enfermedad? La PCT, como todas las porfirias, está causada por un acúmulo de porfirinas, proteínas que se acumulan en la piel, huesos y dientes. La acumulación de estas moléculas causa fotosensibilidad ya que, en contacto con la luz, éstas sufren una reacción química que genera una forma de oxígeno cargada e inestable que destruye los tejidos cercanos y, como consecuencia, la piel se recubre de ampollas y los huesos se corroen. En fases avanzadas de esta enfermedad puede llegar a provocar desagradables mutilaciones en orejas, nariz, labios o encías. Si a esto le sumamos que, al causar anemia por falta de hemoglobina, el enfermo sufre de debilidad y palidez casi cadavérica, ya tenemos a nuestro supuesto vampiro, que evita a toda costa la luz solar porque la luz solar les "quema" la piel y que necesitan sangre fresca para reponer la carencia de sangre que le produce esta enfermedad.

Efectos en la piel por la exposición
 al sol de un enfermo de PCT
   Además, la famosa afirmación de que los vampiros sienten horror a los ajos, también puede estar relacionado con esta enfermedad. El ajo contiene dialkilsulfito, una sustancia insoluble en agua y que el hígado de una persona sana elimina mediante un proceso en el que participa la hemoglobina. En un enfermo de PCT, este compuesto no puede ser eliminado y se acumula agravando los síntomas de la exposición al sol, por lo que los "vampiros" rechazan por completo el ingerir u oler los ajos.



   Y aquí acaba nuestro mito. Queda claro que he intentado dar una explicación a la leyenda del típico vampiro chupasangre y que vive en la penumbra. En cuanto a los vampiros de Crepúsculo, que brillan en la oscuridad y son vegetarianos, me atrevería a decir que no hay ninguna enfermedad que se les relacione, a parte de una imaginación increíble. Si alguien conoce en qué se pudo inspirar su autor/a para describir sus características, estás invitado a comentar.

   He intentado no poner fotos que puedan herir la sensibilidad de la gente, pues la enfermedad es bastante desagradable, así que si quieres ver cómo queda la piel de un enfermo de porfiria, "google it". 

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