Hoy en Pregunta Tú nos hacen la siguiente pregunta: ¿Es verdad lo de que al zumo se le van las vitaminas sino se bebe enseguida?
Desde niños estamos hartos de escuchar esa frase de boca de nuestras madres, haciendo que nos bebamos el zumo de naranja tan deprisa que ni lo disfrutamos. Sin embargo, ¿te has parado a pensar hasta qué punto es cierta esa creencia popular? Damos por hecho que una madre es sabia por naturaleza y hay que aceptar lo que nos digan. Pero a veces hay que intentar llegar más allá. Y eso vamos a hacer hoy. Descubrir cuánto de cierto hay en la frase: "bébete el zumo que se le van las vitaminas".
¿Van a algún lado?
No creo que haga falta aclarar que la frase es sólo una expresión hecha y que no hay que tomarla literalmente. Las vitaminas, obviamente, no van a ningún lado. No saltan del vaso ni se mueven a su aire. Lo que sí ocurre con ellas es que, una vez exprimido el juego de la naranja (aunque el proceso ya empieza cuando se parte la naranja en dos), todo los componentes de éste entran en contacto con el aire, el calor, la luz, y otros agentes ambientales.
En este caso, los grandes enemigos del ácido ascórbico (que conocemos como vitamina C) son tanto la luz como el oxígeno ambiental. En conjunción, oxidan a dicha molécula, produciendo cambios en su estructura y convirtiéndola en un compuesto distinto, por lo que deja de ser vitamina C.
¿A qué velocidad va desapareciendo nuestra vitamina?
No hay que alarmarse, ni atragantarnos con el zumo intentado bebérnoslo en cuestión de segundos. Y es que el proceso de conversión de la vitamina es más lento de lo que nos hacen creer. Hay estudios que indican que para que la totalidad de la vitamina de un vaso de zumo se oxide, se necesitan alrededor de 12 horas. Al cabo de 20 minutos, la cantidad de vitamina oxidada es mínima. Por tanto, existe la falsa creencia de que la vitamina C del zumo de naranja casero es poco estable, cuando solo condiciones extremas (ejemplo: calentarlo a 120 ºC) disminuyen de forma considerable dicha vitamina, según la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética,
Por otra parte, según justificó en septiembre de 2002 la doctora Patricia Murphy en la revista Journal of The American Dietetic Association, aunque la vitamina C se oxida con rapidez si se deja el zumo de naranja a temperatura ambiente, la sustancia que se genera, denominada ácido dehidroascórbico, sigue teniendo las mismas propiedades de la vitamina C.
Así que no te agobies una vez que haya escurrido la naranja. Puedes tomarte tu tiempo, disfrutarlo, e incluso guardarlo en el frigorífico para más tarde, que aún funcionará la mayor parte de sus vitaminas cuando por fin las ingieras. Y si eres mamá o papá, espero que tras leer este artículo, no apremiéis a vuestros hijos a tomarse el zumo.
No olvides de consultar este otro mito sobre la vitamina C: ¿cura realmente el resfriado? y si tienes alguna curiosidad o duda, ya sabes que la sección de Pregunta Tú te responderá encantada.
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