21 de febrero de 2016

¿Por qué duele tanto el desamor?

     Hace poco fue San Valentín, el supuesto día para celebrar el amor. Pero en Sciencuriosities le damos la vuelta a la tuerca y vamos a hablar de justo lo contrario. El desamor. ¿Por qué duele tanto? La rabia, el dolor y el aislamiento se apoderan del individuo cuándo pierde a esa persona amada. ¿Qué pasa en nuestro cuerpo para que nos sintamos de esa manera? Estés o no enamorado/a, hoy toca entender la ciencia del desamor y la soledad.







Nos pueden romper el corazón, literalmente.


      Se ha estudiado que el efecto que provoca en nuestro organismo un desamor, es comparable al que provoca un puñetazo o una quemadura. Los sentimientos intensos de rechazo social producen el mismo "daño" al activar las mismas regiones cerebrales: la corteza cingulada anterior. Y ante tal activación, el cuerpo reacciona como lo haría ante un ataque físico: cambios hormonales, que llevan a un estado de depresión, tanto mental como inmunológica, haciendo a las personas en duelo amoroso más vulnerables a las enfermedades.

      En casos extremos, esa respuesta ante situaciones de estrés emocional severo puede llegar a causar disfunciones serias como la miocardiopatía de takotsubo, un debilitamiento temporal del miocardio que puede llegar a causar fallos cardíacos y que también se conoce, un término muy acertado, como el síndrome del corazón roto.

      Y es que, el que nuestro cuerpo reaccione ante una exclusión social igual que lo haría ante un daño físico, es para que intentemos evitar ambos "peligros" o situaciones, que ponen en peligro nuestra supervivencia. Ya que es más sencillo sobrevivir y reproducirse cuando uno no está solo.



...Y nos lleva a sufrir el "mono".


      Pero no sólo tenemos que enfrentarnos a ese dolor físico, sino que debemos desintoxicarnos cual yonki. Cuando nos enamoramos, se activan unas zonas del cerebro similares a las que  se activan ante el consumo de drogas. De ahí que nos sintamos tan activos y aliviados cuando estamos con esa persona amada. El problema llega cuando ese amor se nos va.  El cuerpo reacciona ante esa pérdida de la misma forma que una persona que ya no tiene su dosis de droga. Tras la ruptura, los sistemas de recompensa del cerebro aún esperan recibir su "chute amoroso". Al no obtener la respuesta adecuada, su reacción es "subir el volumen" de esa llamada química. Así, el sujeto sigue sintiendo una intensa fijación por quien no le corresponde.

    Ese sistema de recompensa cerebral demandando su dosis a gritos es el que nos lleva, en última instancia, a comportarnos de forma impulsiva, miserable o estúpida después de una ruptura.









¿Cuál es la mejor medicina para soportar ese dolor?


      Las cremas, tiritas, pomadas, etc, están hechas para el dolor físico, pero no para el desamor. Sin embargo, también hay formas de aliviarlo. Estudios nos dicen que un alto nivel de soporte social está relacionado con un bajo nivel de sufrimiento. Así que si te sientes solo y  dolido por el abandono, rodéate de tu familia y amigos. 




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